Un futuro sostenible solo será posible en ciudades sostenibles. En los próximos 30 años se espera que la población urbana global se duplique. En 2050 la estimación es que seamos cerca de 10.000 millones de personas y el 75% vivamos en ciudades. Son solo 30 años, un horizonte temporal muy corto, para hacer las cosas bien. En este periodo se invertirá más de cinco veces el PIB global para construir y rehabilitar la infraestructura urbana. Las decisiones de inversión urbana que se tomen hoy determinarán si las personas vivirán atrapadas en infraestructuras ineficientes o en ciudades donde podamos vivir vidas atractivas, sanas y sostenibles.

Desde el Observatorio de Acción Climática queremos acompañar a los diferentes actores de las ciudades para avanzar en la efectiva descarbonización. El primer paso es cuantificar la huella de carbono de las ciudades que incluya todas las actividades que tienen lugar dentro de los límites físicos de las ciudades. El Protocolo GPC «GHG Protocol for Cities» establece la forma en la que las ciudades pueden acometer estos inventarios que incluyan las actividades económicas y de consumo de los hogares que se desarrollan en las ciudades. Los ayuntamientos deben ser conscientes de su capacidad para influir y avanzar en políticas públicas que aplique al conjunto de actividades que se desarrollan en su territorio.

Las oportunidades para poner en marcha programas ambiciosos están sobre la mesa. La Comisión Europea ha anunciado las 100 ciudades que participarán en una misión de la UE para ser ciudades inteligentes y climáticamente neutras de aquí a 2030. 

Pese a este escenario, aún son pocas las ciudades que realizan una contabilidad de su huella de carbono que integre la componente las activiades económicas y el propio consumo de los hogares. El primer paso en toda acción de mitigación es determinar correctamente los impactos. Todo objetivo de neutralidad que no parta de este análisis es un objetivo sin cimientos y abocado a expectativas no realistas.

Alcanzar la neutralidad climática en una ciudad será uno de los mayores desafíos de este siglo. La acción a desarrollar no es compentencia única de una administración local, la responsabilidad es compartida. Sin embargo, sabemos que estamos en la era de la cooperación y las alianzas para lograr grandes objetivos comunes. Las soluciones reduccionistas solo nos llevarán a no atender a las verdaderas causas del problema. Las soluciones deben ser sistemicas, por ello sólo alcanzables mediante el reconocimiento a todos los eslabones que participan en las cadenas de valor. 

Desde el OAC trabajamos para acompañar a los Ayuntamientos junto con las entidades públicas, privadas y ciudadanos para alcanzar la efectiva descarbonización. Por ello, en un primer paso para mostrar el camino, trabajamos para evaluar la calidad de los informes de huella de carbono que son elaborados por las ciudades. Actualmente, nos encontramos elaborando mediante la revisión por pares de expertos, los inventarios publicados por las 7 ciudades españolas  comprometidas a ser climáticamente neutras para 2030: Barcelona, Madrid, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria-Gasteiz y Zaragoza.